No. La alta sensibilidad es una característica biológica relacionada con un sistema nervioso más sobreestimulable y que capta y procesa más estímulos e información sensorial, cognitiva y emocional del entorno. Como consecuencia de esta predisposición, nuestra respuesta física y emocional a los cambios y las circunstancias del entorno es normalmente más intensa: nuestro sistema nervioso se activa enseguida y, en situaciones de posible riesgo, real o imaginado, llega a la sobreestimulación con más facilidad que un organismo con un nivel de sensibilidad más bajo.
En otras palabras, las PAS en general nos cargamos de estrés más fácilmente y también somos personas con una emocionalidad intensa: nos conmovemos más con las artes, la belleza, las buenas acciones de los demás, etc.; nos ilusionamos con las buenas noticias, nos sobresaltamos con las sorpresas, y también nos vemos enormemente impactados por los fracasos amorosos, las pérdidas, los conflictos, los agravios…
Ser emocional no es malo. Al contrario, la emotividad tiene como función transmitirnos información muy valiosa tanto para nuestra supervivencia como para nuestro bienestar.
«Sense emocions caminaríem perduts a l’hora d’interaccionar amb el món que ens envolta».
(Julia Farré)
Ahora bien, mientras que esta respuesta emocional inicial, más biológica, es parte de nuestra manera innata de ser y siempre estará, una cosa diferente es nuestra capacidad de regulación y cómo gestionamos estas emociones después del primer momento. En este sentido, depende de la inteligencia emocional de cada persona y no de la alta sensibilidad, si gestionamos las emociones a nuestro favor y si tenemos capacidad para reconocerlas, modularlas, no quedarnos anclados en ellas, y volver a un estado de relajación nerviosa, necesario para la buena salud y nuestro bienestar personal. Esta capacidad para gestionar las emociones depende de muchos factores, pero sin duda, es algo que se aprende y mejora a lo largo de la vida de una persona. Es cuando la PAS vive en paz con sus emociones, incluso las más incómodas, y es capaz de hacerlas servir a su favor, cuando toda la parte favorable y amable de este rasgo de la personalidad – la expresión artística, las ideas creativas, la empatía constructiva, la profundidad de análisis o la intuición – florece de verdad.